La credibilidad como baluarte

La periodista Marian De la Fuente
transmite su autenticidad

Marian De la Fuente es un personaje versátil. Se ha destacado en un ámbito tan competitivo como la televisión, pero también lo ha hecho en la radio, escribe libros y además “hace milagros” para que el tiempo le alcance y poder compartir con su familia.

En Florida, la periodista española ha sido exitosa presentadora del programa El Espejo de la televisión América TeVe y Café Caracol en Caracol Radio 1260 AM, pero también ha cosechado triunfos como presentadora del Noticiero Nacional de Telemundo junto a José Díaz-Balart durante 12 años, y en CBS Noticias. De la Fuente comenzó su carrera en España en Antena 3 y trabajó como corresponsal en la cobertura de conflictos bélicos en Bosnia, Irak y Afganistán. Luego el canal le abrió las puertas para trabajar en Estados Unidos como periodista y presentadora.

“Los premios y reconocimientos son una forma de seguir creciendo”

Cuándo descubriste que querías ser periodista y cómo llegaste a la televisión.
Siempre me gustó el periodismo, me encantaban las corresponsalías de guerra y ese era mi objetivo. No me gustaba el mundo del entretenimiento, siempre me iba más a la zona del hard news y tuve la fortuna de comenzar cuando empezó Antena 3 televisión en España. Pasé a la sección de sociedad porque en ese momento las mujeres iban a esa sección y de allí di el paso a terrorismo internacional y narcotráfico y después de casi dos años salté al primer servicio de noticias 24 horas en español que se iba a lanzar a nivel mundial que se llamaba CBS Telenoticias, unos meses antes que CNN.

Con ellos vine a Miami como parte de los presentadores internacionales con un contrato de dos años, pero estuvimos trabajando casi siete. En ese momento compraron la cadena Telemundo y la convirtieron en Telemundo Internacional y me propusieron seguir adelante con el canal y también hacer las noticias del Network, lo que hice por 12 años.

Marian De la Fuente. Foto: Eden Blanco | Estylo Magazine.

Marian De la Fuente. Foto: Eden Blanco | Estylo Magazine.

Cómo fue el cambio de Europa a América. ¿Es diferente hacer periodismo en España que en Estados Unidos?
Definitivamente es diferente. Yo venía con una idea de que en Estados Unidos estaba la cabeza del periodismo mundial, y sí era cierto, pero había una diferencia enorme entre lo que se hacía en inglés y lo que se hacía en español; entonces puedo decir que fuimos los pioneros en ese experimento de hacer noticias 24 horas en español, siete días a la semana para toda América Latina, España y Estados Unidos.

La verdad es que fue un proceso muy bonito en el que tuve la oportunidad de crecer de la mano de las cadenas en las que trabajé a pesar de que pasé muchos años en Telemundo. Después tuve la oportunidad de trabajar para otras empresas y otros canales y me di cuenta del crecimiento que había tenido el periodismo en español. Pero creo que aún, a la fecha, estamos adaptándonos a esos formatos que se hacen que en Europa y en otras partes de Latinoamérica y que aquí siguen siendo una especie de copycat.

¿Qué significan para ti esos 50 premios y dos doctorados Honoris Causa que has recibido?
Es algo muy bonito. Es un reconocimiento al esfuerzo que uno pone todos los días en su carrera, pero sobre todo es una motivación para seguir aprendiendo y creciendo. Yo creo que el premio, por encima de la estatuilla del doctorado Honoris Causa, del reconocimiento en sí, tiene una base de trabajo, de esfuerzo, de impulso, de valentía, de arriesgarse a veces a hacer lo que tú mismo a veces piensas que no puedes hacer, pero das el paso y eres capaz de hacerlo; desplegar las alas, volar y ver desde arriba ese horizonte. Creo que esos premios y reconocimientos son una forma de seguir creciendo.

“La credibilidad viene ligada al bagaje que tengas, a tu background”

¿Cómo se construye la credibilidad de un periodista?
Yo creo que hay muchas formas de conseguir credibilidad y la primera es ser uno mismo. Cuando llegué a aquí por primera vez era igual que hoy, con el mismo cabello largo cuando aquí las presentadoras llevaban el cabello corto, un broche y las perlas.

En aquel momento impuse un estilo diferente porque siempre estuve convencida de que la credibilidad no viene ligada solamente a que tengas el cabello largo o corto. La credibilidad viene ligada al bagaje que tengas, a tu background, cuando como en mi caso has hecho tres guerras, has estado con una cámara en Bosnia, en el Líbano, en Irak, en Afganistán. Cuando se tienen esos bagajes te sientas en un set de televisión y puedes hablar con conocimiento de causa, puedes decirle a la gente simplemente de lo que tú has sido testigo y ser esos ojos que en ese momento las personas que están en sus casas quienes tener.

¿Cuáles son los riesgos que enfrenta el periodismo en estos tiempos de globalización?
Yo creo que nos enfrentamos a muchísimos retos, el primero es que el periodismo como tal no existe, y me da mucha pena decirlo pero creo que estamos en una fase donde los grandes medios, los monopolios han hecho acopio de los medios pequeños y no existe independencia periodística.

Y muchos de los periodistas se han convertido en activistas y ese activismo ha puesto en tela de juicio lo que la gente espera de la persona que se sienta frente a una cámara o detrás de un micrófono. Creo que el periodista tiene que dejar un poco esa faceta de activista, aunque entiendo que responden a líneas editoriales de sus medios de comunicación o a los salarios que les pagan, y a veces es difícil decir que no; pero creo que uno tiene que imponer la realidad y la objetividad que tiene que tener un periodista que simplemente ser testigo de lo que está pasando y poner sobre la mesa todo para que la gente en su casa decida cuál es la verdad.

¿Crees que los medios de comunicación están yendo más allá de informar sobre un suceso, en lugar de exponer las causas de ese suceso?
La objetividad periodística no existe, porque nosotros no somos teletipos ni micrófonos; siempre va a haber una parte personal en el momento en el que tú seleccionas una noticia, porque hay muchas noticias y tú seleccionas la que tú crees que a la gente le puede gustar, y ya en ese proceso de selección existe una subjetividad o una falta de objetividad. Pero después en el tratamiento de la noticia también, por eso dijo que lo más importante no es lo que para mí es la verdad sino lo que para la gente es la verdad.

A mí como periodista lo que me interesa es poner sobre la mesa las diferentes versiones de un mismo hecho para que la persona que ve la noticia sea quien defina cuál es su verdad.

“Trato de tener buena presencia porque la televisión es imagen”

¿Cómo asumes la moda o eliges tu vestuario para presentarte ante la audiencia, tienes alguna preferencia por un estilo?
Pues igual, siendo yo y sin seguir modas. Uno sabe lo que le va bien a su cuerpo y como ya llevamos tiempo en la televisión y sabemos las telas que nos favorecen más o favorecen menos. Pero yo no he sido nunca un gurú de la moda, tengo que decirlo; trato obviamente de tener buena presencia porque la televisión es imagen pero no me consume el hecho de llevar un pantalón tres veces en cámara o una chaqueta cuatro veces porque creo que lo que la gente quiere, en mi caso como periodista, que no soy actriz ni cantante, la gente lo que quiere ver es la esencia de lo que estoy contando no solamente la forma.

Marian De la Fuente. Foto: Eden Blanco | Estylo Magazine.

Marian De la Fuente. Foto: Eden Blanco | Estylo Magazine.

¿Cómo compartes el tiempo entre tu profesión y tu vida familiar?
Haciendo muchos milagros porque estoy en la radio en el programa de 5 a 6 de la tarde, después tengo el programa de televisión diario que es de entrevistas y de análisis político. Hago toda la preparación de esos programas en la mañana en las reuniones de redacción y me gusta, por mi formación profesional, escribir mi propio monólogo, no me gusta que otra gente me lo escriba, no porque no tengan la capacidad de hacerlo sino porque no es el estilo que quiero imponer en mi programa.

Tengo un hijo de 16 años que tengo que ir a buscar al colegio y después tengo que ver cómo hago para llevarlo al karate o para ver quién lo puede llevar si no llego a tiempo. Además tengo una empresa y hago consultoría política desde el área de comunicaciones, entonces tengo que manejar los tiempos haciendo milagros.

Por: Marianela Rodríguez