¿Qué significa tener grasa abdominal?
En temas relacionados al bienestar femenino, a menudo la grasa abdominal se aborda desde una perspectiva puramente estética. Sin embargo, esa acumulación alrededor de la cintura es mucho más que una cuestión de apariencia; es una señal vital que el cuerpo envía, un indicio de lo que ocurre en el interior. Esta grasa, en particular la conocida como grasa visceral (la que rodea nuestros órganos internos), está intrínsecamente ligada a riesgos de salud significativos que van desde enfermedades cardiovasculares hasta desequilibrios hormonales y metabólicos.
Lejos de ser una preocupación superficial, entender la naturaleza y el impacto de la grasa abdominal es un paso crucial para tomar el control de la salud integral.
Es un hecho que la grasa abdominal a menudo se relaciona directamente con un desequilibrio calórico: si regularmente se consumen más calorías de las que se queman, es muy probable que el cuerpo las almacene, y una parte significativa de ellas puede terminar en la zona abdominal.
Pero, el envejecimiento también juega un papel crucial. A medida que pasan los años, las personas tienden a perder masa muscular. Si a esto le sumamos la falta de actividad física, el problema se acentúa. Esta disminución de la masa muscular ralentiza el metabolismo, es decir, la velocidad a la que el cuerpo utiliza las calorías. Como resultado, mantener un peso saludable se vuelve un desafío mayor.
“Muchas mujeres notan un aumento en la grasa abdominal a medida que envejecen, incluso aunque no aumenten de peso. Esto se debe probablemente a una disminución del nivel de estrógeno, ya que este parece influir en el lugar donde se distribuye la grasa en el cuerpo”, explicó la Clínica Mayo.
¿Cómo mejorar la situación?
- Comer más saludable
- Elegir bien el tamaño de las porciones
- Reemplazar bebidas azucaradas
- Mantener actividades físicas
No existe una fórmula para todo el mundo, tampoco quiere decir que las mujeres con más grasa abdominal son menos saludables que las que no tienen, todo se basa en un equilibrio. Lo mejor y más recomendable es acudir a un especialista para una orientación completa del tema.
Por: Sara Pacheco
Foto: Antonius Ferret / Pexels
