Catherine Siachoque es una maestra Zen

“Yo nunca tengo metas. Soy más de entregar todo hoy, trabajar muy duro hoy”

Catherine Siachoque nació con la bendición del desapego. Vive una existencia consciente de quién es el histrión y conoce muy bien a la otra Catherine, la afortunada que llegó a los Estados Unidos con un contrato exclusivo de Telemundo, acompañada de sus padres y hasta de sus amados canes.

Ella podría ser una maestra Zen bogotana, porque en todo su discurso hallamos pistas que nos ayudaron a entender que está plenamente consciente del aquí y el ahora. En el mundo del “showbiz” no todos dicen frente a las cámaras que “nunca tienen metas”, que su carrera es producto de un “accidente cósmico”, que “no se identifica con ningún personaje” de los que ha trabajado o que Dios ha sido el único que actuado para llevarla incluso a lugares donde jamás pidió ir.

Mientras aguardaba que todo estuviese dispuesto para la entrevista, conversaba con una integrante de su “entourage” en torno a “la mano de exámenes que tenía por delante”. Se encuentra estudiando, escuchamos como frase suelta que… “en el research me fue increíble”. Todo esto lo hacía sin descuidar poner a tono la belleza de su “avatar” y con el uso del smartphone como espejo, cuidó que cada hebra de cabello estuviera en su lugar y protegió meticulosamente su dentadura del labial, para entregarle a la cámara una de las más lindas sonrisas de América Latina.

Catherine Siachoque es una extraordinaria mujer que muestra una vida espiritual que la ha guiado a construir personajes de gran impacto comunicacional en su viaje conocido que va desde Las Juanas hasta Sin senos no hay paraíso, caracterizaciones que ha elaborado como “mandalas” de gran belleza que luego de acabados los destruye sin la más mínima perturbación, porque sabe que lo auténtico y creíble es más producto del trabajo que de la iluminación.

“En mi vida profesional Dios se encarga de ponerme lo que necesite allí, y trabajo muy duro para hacer bien las cosas hoy”

¿Cuáles han sido los mayores éxitos de tu vida?
Conquistarme a Miguel Varoni…. [Todo el set se inundó con su risa].

¿Es una meta para ti llegar a Hollywood o prefieres otras ofertas como Argentina, México, España?
Es que yo nunca tengo metas. Esto no quiere decir que no sueñe, que no trabaje muy duro, pero es que todas las metas que he tenido en la vida las he dejado de cumplir siempre.

Soy más de entregar todo hoy, trabajar muy duro hoy y hacer que las personas que están a mí alrededor tengan una energía positiva, porque si puedo echar a todos los que están a mi lado para adelante lo hago. Yo lo llamo Dios, otros le dicen suerte, destino, energía. Él se encarga de ponerme lo que yo necesite allí y trabajo muy duro para hacer bien las cosas hoy. Ya la vida me va poniendo y gracias a Dios me ha puesto donde ha tocado.

Colombia ha sido un inmenso trampolín para muchos trabajadores de telenovelas porque el país comprendió que las historias locales se tornan universales, ¿Qué pasó con la magia de ese país andino?
Nada. Sigue haciendo cosas espectaculares. Es un centro de producción muy importante por la calidad que hay detrás y delante de cámaras. Por supuesto como todo, pasa por altibajos o pruebas.

Colombia sigue produciendo cosas, lo que pasa es que a veces los temas se tornan un poquito locales. De hecho “Sin Senos” fue hecha íntegramente en Colombia.

Háblanos de tu éxito en la telenovela que ha sido muy marcada en la historia de Colombia, Sin senos no hay Paraíso. Cuéntanos la historia de ese personaje que ha marcado tu historia de actriz de televisión.
Doña Hilda ha sido para mí un personaje complejo porque era pasar de ser la villana más amada de la televisión latinoamericana, la villana de América, a ser un personaje, que si bien había cometido el error de meterse con el que había sido el novio de su hija menor y tener una hija con él, era una mujer buena. Es un personaje blanco, además complicado porque ella en un principio era una mujer que no tenía mucho carácter para muchas cosas. Entonces la gente no está acostumbrada a eso. ¡Les gusta!, pero todavía me lo dicen todo el tiempo: ¡Para cuando una villana, por favor, por favor.

Además con Hilda se me planteó hacer una mujer que era mayor que yo –nunca me compliqué- pero tenía que hacer que la gente comprara que yo si podía ser la mamá de estos muchachos a los que les llevaba unos años. Creo que cumplí con el cometido. Además hoy en día la narrativa de Doña Hilda es de las historias más fuertes y más querida de toda la serie. Eso me llena de una enorme satisfacción porque ha sido luchado, debido que al principio tenía a la gente encima porque “¡cómo la madre le quita el novio a la hija!”. Entonces pasar por una cantidad de cosas a través de todos estos años para mí ha sido uno de los retos más grande de mi carrera y bendito sea Dios, creo que lo saqué adelante… Y bueno, gracias al público por supuesto.

¿Me estás diciendo que habrá una continuidad de la telenovela?
No lo sé. Pero como queda la historia yo diría que sí. Yo espero que sí, no sé. [Se pone muy risueña].

Dentro de los papeles que has realizado en los últimos años, ¿cuál crees que se identifica más contigo?
No me identifico con ninguno. Todos han sido distintísimos a mí. Menos mal porque jugar a ser uno mismo a mí me da mucha pereza. Para hacer eso sigo siendo Catherine en la vida real que está más chévere, y menos con Doña Hilda, en nada con ella, porque yo soy más glamorosa, y tengo un carácter fuerte, pareciera que no porque me río todo el día y trato de llevar una vida tranquila y chévere, no me hago mala sangre con nada, pero definitivamente sí tengo más carácter que Doña Hilda.

Y no sé, yo no espero nada grande de ningún personaje, solamente quiero seguir teniendo la suerte que he tenido hasta el día de hoy que mis personajes en todas las novelas que he hecho –gracias a Dios y al público- siempre han tenido buena crítica de la gente, de todos los medios y siempre he estado en un proyecto ganador, y eso es algo que no todo el mundo puede decir y yo cada día que me despierto y voy a trabajar o tengo la oportunidad de ver algo que yo he hecho, no hago otra cosa que dar gracias porque es una gran cosa en la vida de un actor.

¿Chaterine que te llevó a escoger esta carrera en la industria de las telenovelas?
Yo nunca quise ser actriz y menos de televisión. Yo iba a ser doctora y después terminé siendo bailarina clásica porque había tomado clases de ballet mucho tiempo. Así pasé al baile y luego se abrieron las puertas del teatro musical y en esos espacios fui descubierta y me llamaron para televisión y entonces yo iba tomando cursos de actuación permanentemente para hacerlo bien, pero no soñaba con esto. Y bueno, aquí estoy años después haciendo las cosas, pero con pasión.

Yo no diría que mi pasión es actuar, ese es mi trabajo, por eso lo hago bien, lo hago con responsabilidad, con seriedad, con respeto, y a la gente que está trabajando conmigo, porque todos estamos haciendo un trabajo, unos se ven, otros no se ven, pero todos estamos allí trabajando. Actuar es mi trabajo, mi pasión es mi familia, viajar, estar en mi casa viendo televisión con mis perros, mi esposo… Actuar es mi trabajo, pero tengo la bendición de que me fascina y me divierto haciéndolo.

¿Cuándo Catherine emigró a los Estados Unidos y en especial a Miami?
En el 2005, con lágrimas en los ojos literalmente. Telemundo tomó la decisión de que me necesitaban para hacer un proyecto aquí en Miami. Yo no me quería venir, pero nuevamente me pasan cosas que yo no quería y yo llorando llegué acá, bueno, dije: ¡Termino esa novela y me voy!… Y aquí estoy quince años después. Todas las cosas mi Dios me las va acomodando, por qué, porque hago las cosas con amor, con pasión, con entrega, sin pisar a nadie, y que la vida se desenvuelva sola porque yo cuando no veo que van a ser las cosas mejor no me meto.

Esposa de Miguel Varoni, productor, exitosos en las telenovelas, ¿Cómo lo siente, como un reto, como un beneficio, dialogan en la construcción de personajes, practican juntos, cómo es esa relación conyugal y de colegas?
La relación a nivel laboral ha pasado por muchísimos escenarios. Hemos sido compañeros delante de cámaras, y me encanta, trabajar con Miguel, es una maravilla. Lo tuve detrás de cámaras en el primer Sin Senos, era el Director General, y aunque yo usualmente estaba con la otra unidad, algunas veces me tocó con él. Fue complejo, pero lo sacamos adelante.

Y ahora que él es Director Creativo en Telemundo. No he tenido casi que trabajar con él como jefe ni como productor de mi novela. Hemos estado separados, lo cual me parece bien. Siempre va a pasar lo que tiene que pasar y lo admiro profundamente, me parece que aparte de una persona increíble, es un gran profesional. Lo admiro profundamente, aparte de amarlo, por supuesto. Pero hablo a nivel profesional, él me encanta, digamos que a veces puede ser un poquito… Si Miguel no fuera mi marido, yo tendría un voto extra en los debates sobre el trabajo de los demás compañeros, pero no puede hablar, aunque yo soy buena actriz. Si yo no fue su mujer él siempre diría cosas buenas respecto a mí, pero ese voto me lo pierdo.

¿No hay un obstáculo que se te cruzó y que tuviste que sobre pasar? ¿Cómo venirte a Miami?
Ese no porque me vine con mis padres. Yo no me vine a buscar fortuna como lo han hecho otros a los Estados Unidos. No fue mi caso. Yo vine porque Telemundo me trajo como actriz exclusiva de la cadena, me trajeron con mis papás, con mis perros, me consiguieron la casa, no puedo decir que eso fue un reto, fue una bendición.

¿Si estuvieses en frente de una graduación de niñas de 20 años, que están listas para comerse el mundo, emocionadas, cuál fuera tu mensaje?
Que para hacer lo que sea que vayan a hacer, ya sea doctoras, ingenieras, arquitectas, actrices, lo que sea que vayan a hacer, siempre lo hagan con amor, y con alegría, la gente a veces está triste por la vida y eso es muy duro. Uno se levanta y se levantó, y se despertó, y tiene un trabajo y tiene una vida y algo que hacer, algo que estudiar, algo, se despertó, ya con eso se puede estar feliz.

Y no pisar a nadie, en ningún campo, en el que uno vaya a hacer no hay que pisarle la cabeza a nadie y yo creo que uno va siempre para adelante si tienes estas cosas en cuenta. Esto es lo que siempre me dijeron en mi casa y es lo que todos hemos hecho, y todos los hijos en diferentes campos hemos sido exitosos, amados, y lo hemos logrado..

Por: Gustavo Rízquez.