Doctor Daniel Campos
“En estética menos en más”
El doctor Daniel Campos tiene donaire gentil. Encara a sus pacientes con devota amabilidad, educación y cortesía. Es especialista en medicina cosmética y antienvejecimiento. No es creyente del bisturí y sí un acólito de la filosofía que augura grandes cambios cuando las personas comprenden que en términos estéticos, menos es más. No oculta que tiene arraigado un sentido espiritual de la belleza, pero entiende las conexiones que mueven a las celebridades a colocar acento en su apariencia, y para mejorarla, se ha hecho de una ingente cantidad de conocimientos con los que ayuda a famosos y no tantos a verse bien y sentirse cómodos consigo mismos.
El perfeccionista en medicina cosmética oriundo de Cuba pero con una vida hecha en Miami, cree que la apariencia física ayuda a la salud emocional, “porque si te ves en el espejo y estás feliz con lo que tu vez, eso es lo más importante.
La belleza es muy individual, y va con la personalidad, con el estilo de vida de cada uno.
¿Si tuviese que recrear la receta de la belleza como un concepto de juventud, cómo definiría lo bello en un ser humano?
Yo creo que en la mayoría de los casos lo bello no se ve. Lo bello se aprende a sentir, a recibir de las personas. Todos los días veo en mi oficina a muchísimas personas y siempre noto algo bello en ellos porque mi concepto de belleza no es estandarizado. La belleza es muy individual, y va con la personalidad, con el estilo de vida de cada uno. Mi concepto de belleza es una persona que se sienta cómoda consigo misma, eso ya es suficiente para ser bello.
¿Qué lo condujo a usted a optar por la carrera en medicina?
Soy perfeccionista y en la mayoría de las facetas de la vida eso es un problema. En mi especialidad es una ventaja. El poder trabajar y ayudar a alguien a que se sienta mejor, a que su autoestima se eleve, a que todas las mañanas cuando se vea frente al espejo -por ejemplo una mujer- diga qué lindos labios tengo, eso es muy gratificante.
Escogí esta rama de la medicina porque tuve muchos ejemplos cuando estaba creciendo. Tuve una mamá súper coqueta, y le encantaba arreglarse y maquillarse. Eso me ayudó mucho a apreciar ese lado de la medicina, que quizás hasta dentro de la carrera, no sabía que me gustaba y luego me di cuenta que era algo completamente natural para mí.
¿La insatisfacción ha llevado a algunas celebridades a desdibujarse con el uso del bisturí, que aprendizaje tienes de todos estos casos?
Que menos es más. Sé decirles a mis pacientes no y es una de las cosas que me ha hecho un poco diferente. No tengo problema en decirle a alguien que ‘no necesitas eso’, o aún no, o ‘eso no es la mejor alternativa para ti’. Decir no como profesional, a veces es lo acertado.
Veo mujeres que en un tiempo fueron bellísimas, y luego han sido víctimas de la presión estética. Yo le llamo ‘presión estética’ porque socialmente y muchos artistas también, nos vemos presionados todos los días para lucir mejor, y en esa búsqueda de lucir mejor entre comillas -porque eso es muy subjetivo- pueden llegar a manos de alguien que no sepa decirles que no y sencillamente porque sea artista, porque sea famoso o famosa, le hacen algo que no necesita, porque no sienten que deben decir no. Es muy importante educar a las personas, sean artistas o no, en relación a que menos es más, y que decidir por un toque sencillo para resaltar algo, la mayoría de las veces es más que suficiente.
¿Cuál es el temor de las personas, que la vejez se le vea en la cara?
Fíjate, más que se le vea en la cara, el temor está en enfrentar ese proceso natural, normal, y queremos combatir a la vejez que es algo que no para. La vejez no se detiene, la podemos enlentecer, pero no parar. Lo más inteligente y efectivo es tratar de envejecer luciendo tu mejor rostro, y aceptar que vamos a envejecer. Veo personalmente a la vejez como un regalo, como un privilegio y siempre le digo a mis pacientes: el cómo envejeces esa es tu decisión.
Hay que envejecer luciendo bien. Hay que hacer todas las cosas a su debido tiempo y con la cordura precisa. No hay que lucir de 15 cuando tenemos 60, porque no es el proceso lógico del cuerpo humano. Pero si podemos tener 60 luciendo una piel fantástica, por ejemplo.
¿En el ámbito profesional ha llegado a escalar muchas posiciones, siente que ya cumplió su reto o tiene todavía otros proyectos que seguir?
En el mundo de la medicina nunca se llega a la cima, porque el día en que te sientas en la cima es el mismo en el que comienzas a cometer errores. Es un mundo donde se aprende a diario. Yo soy también maestro de alma, a mi me encanta y fui profesor de enfermería por 10 años. Y eso es algo que me da mucho orgullo, ver que la gente diga ‘tú eres alumna de Campos’ y que me vieran como una fuente de información. Y eso es lo que estoy haciendo ahora en los medios de comunicación.
Y más que proyectos, en el mundo de la medicina tengo algunos que van más allá de mi oficina, en los medios de comunicación, algunas cosillas por allí que saldrán pronto y creo que ese será el próximo reto.
Por: Beatriz Oliva